Los asteroides

Se define como asteroide a cada uno de los numerosos planetas pequeños o menores que giran en órbitas elípticas, la mayoría entre las órbitas de Marte y Júpiter.

Tamaños y órbitas

Los asteroides de mayor tamaño y más representativos son: Aproximadamente 200 asteroides tienen diámetros de más de 100 km, y existen miles más pequeños. La masa total de todos los asteroides del Sistema Solar es mucho menor que la de la Luna. Los cuerpos más grandes son más o menos esféricos, pero los que tienen diámetros menores de 160 km suelen presentar formas alargadas e irregulares. La mayoría, independientemente de su tamaño, tardan de 5 a 20 horas en completar un giro sobre su eje. Algunos asteroides tienen compañeros.

Principales datos de los asteroides conocidos
NombreRadio
(km)
Distancia
(10⁶ km)
AlbedoDescubridorFecha
1Ceres457413,90,10G. Piazzi1.801
511Davida168475,40,05R. Dugan1.903
15Eunomia136395,50,19De Gasparis1.851
52Europa156463,30,06Goldschmidt1.858
951Gaspra17·10205,00,20Neujmin1.916
10Hygiea215470,30,08De Gasparis1.849
243Ida58x23270,00,04J. Palisa1.884
704Interamnia167458,10,06V. Cerulli1.910
2Palas261414,50,14H. Olbers1.802
16Psyche132437,10,10De Gasparis1.852
87Silvia136521,50,04N. Pogson1.866
4Vesta262,5353,40,38H. Olbers1.807

En la actualidad, pocos científicos creen que los asteroides sean los restos de un planeta que resultó destruido. Lo más probable es que ocupen el lugar en el Sistema Solar en donde se podría haber formado un planeta de tamaño considerable, pero esto no pudo ser por las influencias disruptivas de Júpiter. Quizá en un principio existieran unas pocas docenas de asteroides que posteriormente se fragmentaron en colisiones mutuas hasta producir el número actual.

Asteroide Gaspra
Asteroide Gaspra

Los llamados asteroides Troyanos están situados en dos nubes, una que gira 60° por delante de Júpiter, en el plano de su órbita, y la otra 60° por detrás. En 1.977, el asteroide Quirón fue descubierto en una órbita entre la de Saturno y la de Urano. A comienzos de la década de 1.990 se descubrió que unos 75 asteroides (los asteroides de Amor) cruzaban la órbita de Marte, unos 50 (los asteroides de Apolo) cruzaban la órbita de la Tierra y menos de 10 (los asteroides de Atón) tienen órbitas menores que la de la Tierra. Uno de los mayores asteroides interiores es Eros, con un diámetro de unos 24,7 km. Un extraño asteroide de Apolo, Faetón, de unos 5 km de ancho, se acerca al Sol más que cualquier otro asteroide conocido (20,9 millones de km). También se le relaciona con el regreso anual de la corriente de meteoros de Géminis.

Algunos de los asteroides que se acercan a la Tierra son objetivos relativamente fáciles para las misiones espaciales. En 1.991, la sonda espacial de la NASA Galileo, en su viaje a Júpiter, captó el primer plano de un asteroide. Las imágenes muestran que el pequeño cuerpo, 951 Gaspra, está salpicado de cráteres y revelan la existencia de un manto de material detrítico o regolito que cubre la superficie del asteroide.

Composición de la superficie

Se cree que la mayoría de los meteoritos recuperados en la Tierra son fragmentos de asteroides. Las observaciones de asteroides mediante espectroscopia telescópica y por radar apoyan ésta hipótesis. Demuestran que los asteroides, al igual que los meteoritos, se pueden clasificar en pocos tipos.

Las tres cuartas partes de los asteroides visibles desde la Tierra, incluido Ceres, pertenecen al tipo C, y parecen estar relacionados con una clase de meteoritos conocidos como condritos carbonáceos. Se considera que son los materiales más antiguos del Sistema Solar, con una composición que refleja la de las primitivas nebulosas solares. De color muy oscuro, probablemente causado por su contenido en hidrocarburos, presentan pruebas de haber adsorbido agua de hidratación. Así pues, a diferencia de la Tierra y de la Luna, nunca se han reblandecido o recalentado desde que se formaron.

Los asteroides del tipo S, relacionados con los meteoritos pétreos-ferrosos, constituyen aproximadamente el 15 % del total. Mucho más raros son los objetos del tipo M, que corresponden por su composición a los meteoritos ferrosos. Compuestos de una aleación de hierro y níquel, representan los núcleos de los cuerpos planetarios reblandecidos y diferenciados, a los que los impactos despojaron de sus capas externas.

Unos pocos asteroides, entre ellos Vesta, quizá estén relacionados con la clase más extraña de meteoritos: los acondritos. Estos asteroides parecen tener en su superficie una composición ígnea semejante a la de muchos torrentes de lava terrestres y lunares. Por ello, los astrónomos están razonablemente seguros de que Vesta, en algún momento de su historia, se reblandeció de forma parcial. Los científicos se muestran desconcertados ante el hecho de que algunos de los asteroides se hayan reblandecido y otros, como Ceres, no. Una posible explicación es que el primitivo Sistema Solar contuviera ciertos isótopos concentrados, muy radiactivos, que hubieran generado el calor suficiente para reblandecer los asteroides.

Asteroide Ida
Asteroide Ida

Bibliografía:

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