Tracios
Los tracios eran un pueblo bárbaro y guerrero que estableció su propio reino en el siglo V a.C.
Tracia, región del sureste de Europa, que forma parte de Grecia, Bulgaria y Turquía. Los antiguos griegos dieron por primera vez este nombre a las costas situadas al noroeste del mar Egeo.
Principales tribus tracias
La mayor parte de la antigua Tracia no estaba cultivada y se encontraba cubierta de bosques; los yacimientos de minerales, en especial de oro, la convirtieron en una posesión codiciada.
Tras la desaparición de Troya con la invasión de Alejandro Magno y, desde los establecimientos griegos en la costa del Mar Negro, comenzó una progresiva helenización del territorio tracio. Dominación que se hace patente en la vida cotidiana, en la cultura o en ese arte expresado en forma de cerámicas, ajuares o esculturas, donde apreciamos la huella del país hegemónico. Una hegemonía, por otro lado, que no pudo barrer definitivamente a este pueblo cuyo peculiar e indómito carácter se resistió, hasta el final, a perder su identidad. La revuelta de Espartaco, el liberto que se enfrentó a la ciudad invasora: Roma, fue, tal vez, el último y más bello ejemplo de la nobleza del pueblo tracio. Tracia se convirtió sucesivamente en una provincia macedonia, romana y bizantina.
Cratera de figuras rojas: Orfeo y cuatro soldados tracios, 440 a.C.
Bibliografía:
- Los tracios, indice de contenidos
- "Enciclopedia Microsoft ® Encarta ® 2.000"
Autor: Ricardo Santiago Netto. Argentina