Manuscritos del mar Muerto (primera parte)

Colección de manuscritos en hebreo y arameo, que fueron descubiertos a partir de 1.947 en una serie de cuevas de Jordania, en el extremo noroccidental del Mar Muerto, en la región de Qirbet Qumran. Los manuscritos, escritos en su origen sobre cuero o papiro, suman más de 600 en distintos estados de conservación. Han sido atribuidos a los miembros de una congregación judía desconocida. Los manuscritos incluyen manuales de disciplina, libros de himnos, comentarios bíblicos y textos apocalípticos; dos de las copias más antiguas conocidas del Libro de Isaías casi intactas y fragmentos de todos los libros del Antiguo Testamento, a excepción del de Ester. Entre estos fragmentos se encuentra una fantástica paráfrasis del Libro del Génesis. Asimismo se descubrieron textos, en sus idiomas originales, de varios libros de los apócrifos, deuterocanónicos y pseudoepígrafos. Estos textos, ninguno de los cuales fue incluido en el canon hebreo de la Biblia, son Tobías, Eclesiástico, Jubileos, partes de Enoc y el Testamento de Leví, conocido hasta entonces sólo en sus antiguas versiones griega, siríaca, latina y etíope.

Manuscritos del mar Muerto
Manuscritos del mar Muerto

Descubrimiento y exploración: Los siete rollos principales fueron descubiertos por beduinos y adquiridos en parte por la Universidad Hebrea de Jerusalén, y en parte por el monasterio siríaco de San Marcos de Jerusalén. Los rollos comprados por el monasterio siríaco fueron adquiridos más tarde por el Gobierno de Israel.

El descubrimiento inicial de los rollos fue seguido de una exploración científica de las cuevas vecinas bajo el patrocinio del Departamento de Antigüedades de Jordania, la École Biblique et Archéologique dominicana de Jerusalén y el Museo Arqueológico de Palestina (hoy Museo Rockefeller). Estas exploraciones y ulteriores compras a los beduinos dieron como resultado decenas de miles de fragmentos adicionales, así como un registro de un tesoro enterrado y grabado en caracteres hebreos sobre tiras de cobre.

Al parecer, los manuscritos fueron parte de la biblioteca de la comunidad, cuya sede se encontraba en lo que hoy se conoce como Qirbet Qumran, cercana al lugar de su descubrimiento. Las pruebas paleográficas indican que la mayoría de los documentos fueron escritos en distintas fechas, al parecer desde el 200 a.C. hasta el 68 d.C. Las pruebas arqueológicas han resaltado la fecha más tardía, ya que las excavaciones en el lugar demuestran que fue saqueado en el 68 d.C. Es posible que un ejército bajo las órdenes del general romano Vespasiano saqueara la comunidad cuando marchaba a sofocar la rebelión judía que estalló en el 66 d.C. Lo más probable es que los documentos fueran ocultados entre el 66 y el 68 d.C.

Contenido de los rollos: la comunidad de Qumran aparece descrita en los manuales de disciplina como una especie de Casa de Israel modelo, organizada con el objeto de preparar el camino para la inminente llegada del reino de Dios y el día del juicio. La congregación estaba constituida sobre bases comunales, imitando la organización de Israel bajo Moisés. Los miembros debían someterse a un período de dos o tres años de prueba, y eran clasificados en grados ascendentes de pureza. Ascensos y destituciones se votaban en una asamblea anual. La dirección espiritual estaba en manos de tres sacerdotes, ayudados por 12 presbíteros laicos (ancianos) y cada una de las varias sedes era administrada por un supervisor cuyas funciones semejaban las de un obispo. A su vez los supervisores dependían de un "arzobispo" o "príncipe", de la orden íntegra. El estudio de la Ley, la primera sección de la Biblia hebrea, era obligatorio y se ha afirmado que la interpretación correcta de la misma era obra de una serie de maestros espirituales, conocidos como "comentaristas correctos" o "maestros de rectitud". Estaba previsto que la era en que vivió la congregación concluiría con la aparición de un nuevo comentarista y profeta (Dt. 18,18). Uno de los rollos contiene detalles de una guerra final entre los "hijos de la luz" y los "hijos de las tinieblas".

Las similitudes entre las creencias y prácticas descritas en los rollos con las que el filósofo judío helenista Filón de Alejandría y el historiador judío Flavio Josefo atribuyeron a los esenios han sugerido a numerosos especialistas que la comunidad de Qumran estaba relacionada con dicha secta. Otras pruebas para esta identificación pueden hallarse en las obras del escritor romano Plinio el Viejo, quien escribe que en su época los esenios vivían en la región de Qirbet Qumran. Con todo, otros estudiosos destacan la diferencia entre la cofradía de Qumran y los esenios, dando a entender una afinidad genérica en lugar de una identidad específica.

Importancia histórica: En los rollos se han encontrado alusiones a personas y acontecimientos de los períodos helenista y romano primitivo de la historia judía. Así, un comentario del Libro de Nahúm menciona a un tal Demetrio y parece referirse a un incidente registrado por Josefo, que tuvo lugar en el 88 a.C. En él estuvieron implicados Demetrio III, rey de Siria, y Alejandro Janeo, el rey asmoneo (macabeo). De forma similar se piensa que las repetidas alusiones a un "maestro de justicia" perseguido aluden a figuras religiosas tales como el último sumo sacerdote judío legítimo, Onías III, destituido en el 175 a.C.; a los líderes macabeos Matatías, el sumo sacerdote, y a su hijo, el líder militar Judas Macabeo; y a Menahem, líder de los zelotas en el 66 d.C. También se han realizado tentativas para vincular ciertas referencias, en concreto las que mencionan a un "sacerdote perverso" y "hombre de falsedad", a determinadas figuras de triste fama como al sacrílego sumo sacerdote judío Menelao; a Antíoco IV, rey de Siria; al líder macabeo Juan Hircán (o Hircano), y a Alejandro Janeo. No obstante, todas estas identificaciones son ensayos y elucubraciones teóricas, y las opiniones académicas sobre la cuestión son objeto de fuertes polémicas.

Los diversos manuscritos bíblicos hallados entre los rollos han proporcionado un texto varios siglos más antiguo que los de la Masora tradicional y hasta cierto punto corroboran lecturas conservadas en la Septuaginta griega y en otras versiones arcaicas. Por ello, constituyen una ayuda inestimable para determinar el texto original de las escrituras hebreas.

Importancia para la ciencia bíblica: Numerosas ideas halladas en los Manuscritos del Mar Muerto se repiten en los apócrifos, deuterocanónicos y pseudoepígrafos del Antiguo Testamento y en las primeras partes del Talmud. Además, numerosos paralelismos respecto a conceptos iraníes sirven como prueba de la medida en que el pensamiento judío bebió de esa fuente durante el período intertestamental.

De especial interés son los numerosos vínculos entre el pensamiento y los modismos de los Manuscritos con los del Nuevo Testamento. En unos y otros se hace hincapié en la inminencia del reino de Dios, en la necesidad del arrepentimiento inmediato y en la esperada derrota de Belial, el Malo. En unos y otros aparecen referencias similares en relación con el bautismo en el Espíritu Santo y se encuentran caracterizaciones semejantes de los fieles como "los elegidos" e "hijos de la luz"; pueden consultarse referencias bíblicas en, por ejemplo, Tit. 1,1; 1 Pe. 1,2; Ef. 5,8. Estos paralelismos son los más llamativos, ya que la congregación de Qumran vivió en la misma época y en la misma región que Juan el Bautista, quien fuera un precursor de las ideas cristianas. Aunque contienen diversas nociones que son evocadoras de la teología cristiana, los Manuscritos del Mar Muerto no ofrecen similitudes con doctrinas cristianas tan definitorias como el dios encarnado, la expiación interpuesta y la redención por la cruz.

El material descubierto entre los Manuscritos del Mar Muerto ha sido publicado por la American School of Oriental Research, la Universidad Hebrea y el Servicio de Antigüedades de Jordania. La mayoría de los Manuscritos se encuentran hoy en el Templo del Libro y en el Museo Rockefeller de Jerusalén, así como en el Museo del Departamento de Antigüedades en Ammán. Desde su descubrimiento se han publicado varias traducciones de los manuscritos y numerosos comentarios sobre los mismos.

Qumran

También denominada Qirbet Qumran (ruina de piedra), antiguo asentamiento judío en Palestina, cerca de donde se encontraron los denominados Manuscritos del Mar Muerto en 1.947; está situada en la costa noroeste de dicho mar. En la época de Cristo, Qumrán era el centro de una gran comunidad religiosa, probablemente de la secta esenia. Los esenios se escindieron de la religión judía en el siglo II a.C., y, perseguidos por los Macabeos, huyeron al desierto, que les pareció muy adecuado para su vida ascética. El enclave de Qumrán, donde muchos vivían en las cuevas y en los acantilados circundantes, fue probablemente ocupado hacia el 135 a.C. Abandonado tras un terremoto en el 31 a.C., fue finalmente destruido por los romanos en el 68 d.C.

Tras el descubrimiento de los manuscritos, Qumrán fue cuidadosamente excavada. Los arqueólogos pudieron identificar algunas habitaciones que se habían utilizado para el estudio y el culto, otras aparentemente usadas para las comidas comunales, una espaciosa cámara con tinteros (quizá el escritorio donde se copiaron los manuscritos) y piscinas para el baño. En un cementerio situado en las proximidades aparecieron más de mil tumbas.

Cuevas de Qumran
Cuevas de Qumran

Masada (en hebreo, Metsada; "fortaleza")

Antiguas ruinas en la cumbre de una montaña del desierto a unos 48 km al sureste de Jerusalén, escenario de la última resistencia llevada a cabo por los zelotes judíos en su revuelta contra el dominio romano (66-73 d.C.). En el siglo I a.C. el rey judío Herodes el Grande construyó dos palacios fortificados. Tras la muerte de Herodes, Masada fue ocupada por una guarnición romana hasta que los zelotes la capturaron en el 66 d.C. Cuando Jerusalén fue tomada por los romanos en el 70, los últimos rebeldes que quedaban —unos 1.000 hombres, mujeres y niños— se retiraron a la remota cumbre de la montaña. Bajo el mando de su líder, Eleazar ben Jair, resistieron un sitio de dos años por parte de la X Legión Romana, suicidándose antes de rendirse, cuando los sitiadores finalmente capturaron la fortaleza en el 73. Excavada por el arqueólogo israelí Yigael Yadin desde 1.963 a 1.965, Masada se convirtió en una popular atracción turística y en un santuario nacional israelí.

Ruinas de Masada
Ruinas de Masada

Bibliografía:

Importancia para la ciencia bíblica.

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