Lentes artificiales para no videntes
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Ojo electrónico
21/06/2.002
Un grupo de neurocirujanos ha implantado a varios pacientes ciegos un dispositivo potencialmente revolucionario que proporciona visión artificial. El sistema ha sido desarrollado por el Dobelle Institute y tras las operaciones ha demostrado que puede ayudar mucho a las personas que han perdido la vista debido a una situación traumática.
El dispositivo actúa como un ojo artificial que además estimula el córtex visual del cerebro. La información recibida, correctamente interpretada, ha permitido a dos de los pacientes conducir despacio sus automóviles en un recinto privado. Pueden andar normalmente, evitando los obstáculos, y observar a través de la ventana.
El sistema era un concepto de ciencia-ficción hace apenas unos años, explica William H. Dobelle, propietario del instituto que lo ha desarrollado. Su objetivo es convertir al Braille y los perros lazarillos en algo obsoleto.
Dobelle ha estado trabajando en sistemas de visión artificial desde 1.968. La explosión informática de los últimos años han permitido avanzar mucho.
El aparato ha sido diseñado para pacientes que hayan perdido la visión debido a un accidente y que mantienen sana la región apropiada del córtex. La operación del implante cuesta unos 98.000 dólares. Los usuarios emplearán unas gafas de sol especiales, unidas a una cámara de televisión en miniatura, un microcomputador y un estimulador. Unos cables comunican con los electrodos situados en la superficie de la zona visual del cerebro.
Los pacientes no consiguen una visión normal. En vez de eso, pueden ver flashes de luz blanca que parecen estrellas sobre un fondo negro, los cuales aprenden a interpretar para ganar movilidad. Se precisa un período de aprendizaje corto pero intenso.
Soluciones inteligentes para una visión más clara
28/06/2.002
Científicos australianos han desarrollado una lente de contacto que sirve para mejorar un tipo de visión defectuosa. Las lentillas, sintéticas, pueden ser implantadas quirúrgicamente para proporcionar una solución permanente, aunque reversible, del error refractivo.
Los inventores de la nueva lente de contacto, del CRC for Eye Research and Technology, creen que su uso podría evitar pronto la utilización de gafas.
Las lentillas han sido diseñadas para caber justo bajo la superficie de la córnea, la cubierta transparente que se encuentra en la zona frontal del ojo. Han sido fabricadas mediante un material sintético desarrollado por científicos del CSIRO, un material altamente poroso, pensado específicamente para su implantación dentro del delicado tejido ocular.
Según Deborah Sweeney, participante en el programa, casi dos tercios de la población mundial requiere algún tipo de corrección en la visión. El nuevo sistema proporciona una solución permanente a muchos de estos problemas.
El próximo paso para el Cooperative Research Centre for Eye Research and Technology será conseguir financiación que permita empezar los ensayos clínicos en personas.
Si la fase de pruebas tiene éxito, la comercialización de este producto australiano podría ser rápida, incluso fuera del país.
Vista para los ciegos
13/09/2.002
Ingenieros de los Sandia National Laboratories y de otros centros y universidades tratan de conseguir que algunos invidentes puedan volver a ver. Su objetivo es crear mil puntos de luz a través de mil electrodos MEMs, los cuales serán colocados sobre la retina de pacientes afectados por ciertas enfermedades como la degeneración macular o la retinitis pigmentosa.
Estos desórdenes dañan los bastones y conos que en el ojo convierten la luz en impulsos eléctricos, pero no perjudican al nervio óptico y a las demás estructuras que colaboran en transportar los impulsos eléctricos hasta el cerebro. Aunque la actividad de los bastones y conos acaba por paralizarse en los enfermos, entre el 70 y el 90 por ciento de las estructuras nerviosas sigue intacta y podría realizar su función.
El objetivo de los científicos, pues, es sustituir el sistema natural de captación y transformación de luz por otro artificial que haga la misma función. Los electrodos MEMs (sistemas microelectromecánicos) pueden hacer esta tarea.
La tecnología no permitirá conducir un coche, pero sí leer o moverse por la casa con cierta normalidad. La razón es la limitada capacidad de captación de luz que estará disponible por ahora, un millar de puntos de luz frente a los millones que posee el ojo normal. Las imágenes aparecerán un poco lentas y con aspecto amarillento, pero al menos los invidentes experimentarán un cambio sustancial.
Los usuarios del sistema emplearán una diminuta cámara dotada con un transmisor de radiofrecuencia, instalados en el marco de unas gafas especiales. El transmisor enviará información y energía a los módulos situados dentro del ojo, los cuales estarán conectados a los nervios encargados de enviar los impulsos eléctricos al cerebro, explica Kurt Wessendorf.
El módulo interno está hecho con un chip de MEMs y permanecerá dentro del humor vítreo del globo ocular. La idea es estimular directamente algunas de las terminaciones nerviosas dentro de la retina para producir imágenes lo bastante buenas como para leer letras grandes y distinguir entre objetos situados en una habitación.
El tamaño de los bastones y conos originales, así como las conexiones nerviosas, se mide en micrones. Esta es la razón de la dificultad en desarrollar un implante adecuado. Además, dicho implante debe poder funcionar durante décadas en un ambiente salino.
Los chips tendrán 10 por 10 componentes este año, y se espera que en 2.004 se alcance la cifra de 33 por 33 (aproximadamente un millar de puntos de luz). El proyecto estará en marcha durante al menos cinco años, antes de que se inicien las pruebas clínicas con pacientes.
Editor: Ricardo Santiago Netto (Administrador de Fisicanet).