Teoría de la corrosión (Parte III)
Factores que retardan o impiden el proceso de la corrosión
Tratamientos de superficie
Se impide la corrosión cubriendo al metal que se desea proteger con una película adherente de un material que no se corroa.
La película puede ser constituida por materiales variados: metálicos, inorgánicos u orgánicos.
Protección con coberturas metálicas
Fusión
El material que se desea proteger se sumerge en un baño que contiene el metal protector al estado de fusión. Así se preparan la hojalata y el hierro galvanizado
Hojalata:
Se llama así al hierro recubierto con un baño de estaño.
La protección con estaño dura mientras la lámina protectora no presente raspaduras. Si ello llega a suceder, lo que es factible con el uso y por la delgadez de las chapas de hojalata, se produce un par Fe-Sn.
Siendo el hierro el más reductor de los dos metales, actúa como ánodo y proporciona protección catódica al estaño.
Esto aumenta el proceso de corrosión del hierro, que, a partir de la raspadura se corroe rápidamente.
Galvanizado:
La galvanización consiste en recubrir al hierro con un baño de cinc.
El hierro galvanizado es mucho más duradero.
El cinc es un metal, que, como el estaño, se protege a sí mismo, pues al reaccionar con el dióxido de carbono y el oxígeno de la atmósfera forma una capa adherente en su superficie que evita la corrosión posterior.
Ocurre con el hierro galvanizado lo mismo que con la hojalata (perforaciones o raspaduras del cinc) y el cinc y el hierro quedan expuesto al aire húmedo forman el par cinc-hierro, pero siendo el potencial de oxidación (capacidad reductora) del cinc mayor que el del hierro es el cinc el que experimenta con mayor intensidad el proceso de corrosión impidiendo la del hierro. Los compuestos que forma el cinc al oxidarse cubren la raspadura u orificio protegiendo la exposición al aire, evitando que la corrosión continue.
El cinc no puede usarse para envasar alimentos, pues con los ácidos de estos, forma compuestos tóxicos, cosa que no sucede con el estaño (hojalata).
Cobertura con plomo:
Los metales que se desean proteger de la corrosión suelen cubrirse con plomo.
La cubierta con plomo puede darse por pulverización (schoop), por medios eléctricos (ver recubrimientos electrolíticos) o por el llamado método homogéneo.
Este procedimiento consiste en alear el plomo con el metal a cubrir por medio de la fusión.
Se limpia el metal mediante arenado (decapado) para quitar impurezas, grasa y óxido, finalmente se vuelca sobre la superficie limpia el plomo fundido.
Previamente puede darse al metal un baño de estaño para lograr una adherencia más fuerte.
Se busca evitar la formación de poros, pues por ellos puede ingresar al hierro el agente corrosivo.
El método moderno de recubrimiento con plomo se denomina Schlundt.
Previa limpieza del hacer a cubrir, por medio de lavado ácido y enjuague (pickling) y posterior decapado se aplica una capa de plomo con el auxilio del soplete oxhídrico.
Luego se aplica otra capa de plomo por fusión, también con el soplete oxhídrico, de manera que la llama penetre hasta la primera capa. El espesor total de la cobertura de plomo llega a los 3 mm.
La capa de plomo ya fijada se raspa con cuchillas para quitar impurezas y porosidad.
La capa de plomo queda reducida 1,5 mm. Sobre esta capa de plomo se van superponiendo otras capas repitiendo el procedimiento. Logrando espesores de hasta 6 mm.
Se puede lograr para coberturas especiales capas de hasta 12 mm. El plomo así endurecido da intensa protección a los metales contra la corrosión.
Se emplea la protección con plomo de los metales para construir llaves y bombas para ácido. Para estos casos se puede alear al plomo con antimonio al 10 %.
El ácido sulfúrico forma sobre el plomo una capa de sulfato adherente que protege al metal del posterior ataque.
La tabla que sigue indica el ataque que experimenta el plomo por acción del ácido sulfúrico.
H₂SO₄ | Temperatura | Capa disuelta |
---|---|---|
% | °C | mm |
2,5 | 25 | 0,000165 |
5,0 | 40 | 0,000025 |
100,0 | 25 | 0,40 |
Bibliografía:
Héctor Fernández Serventi. "Química". Losada S. A., Buenos Aires.
Autor: Ricardo Santiago Netto. Argentina